Mexico: GIRLS’ DAY MÉXICO: GÉNERO EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL DUAL

Programa Desarrollo del Modelo Mexicano de Formación Dual (MMFD)
Presentado por José Medrano y Alfonso Figueroa
I. Fomento a la igualdad de género
La educación es un eje central para el desarrollo humano. De la formación depende en buena medida el desempeño de una persona a lo largo de su vida, sus valores y los recursos que tenga para alcanzar su máximo potencial. De ahí que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) catalogue a la educación inclusiva, equitativa y de calidad como un objetivo fundamental en la Agenda 2030. La educación no sólo es un fin en sí mismo, sino también un punto medular para cumplir los otros objetivos de desarrollo. En este sentido, no se puede esperar que exista igualdad de género si no se forma a las niñas, niños y jóvenes acorde a la inclusión y la no discriminación.
Sin embargo, en México el ideal de la educación inclusiva difiere de la realidad, y, en diversas ocasiones, los esfuerzos por promoverla se centran en la educación básica y media básica y superior escolarizada, lo cual representa un reto importante para otras áreas educativas como la formación técnica. Es precisamente en este rubro de incidencia del Programa Desarrollo del MMFD en donde se ha detectado que existe una clara diferenciación entre las personas que eligen una determinada carrera técnica y su género, el cual se suele asociar a un área vocacional. Al igual que existe en el panorama profesional nacional en México, las carreras técnicas están sujetas a una valorización social marcada por estereotipos de género que relacionan ordinariamente a las carreras técnicas del sector servicios con las mujeres y a las carreras técnico-industriales con los hombres. Por otro lado, las mujeres que entran en el sector industrial se enfrentan a una estructura dominada por los hombres, en donde suelen sufrir discriminación por motivo de género e incluso acoso laboral. Esto se ve reforzado por estructuras patriarcales en las familias y círculos cercanos, sobre todo en las personas pertenecientes a un nivel socioeconómico bajo y medio-bajo, que es de donde suelen provenir los y las alumnas de la educación y formación técnica y profesional en México.
En consecuencia, se detectó la pertinencia de priorizar el tema del género en la Formación Dual. Tomando en cuenta el rubro social en donde el Programa busca incidir, el apoyo a las mujeres jóvenes en las carreras técnicas respondió no sólo a una estrategia sostenible a largo plazo – por la estructura poblacional mexicana en donde hay 100 mujeres por cada 94 hombres –, sino también a la congruencia con los lineamientos de la GIZ, a su estrategia de género y al compromiso del Proyecto para cumplir el objetivo 5 de la Agenda 2030: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
En virtud de lo anterior y considerando la cultura corporativa de buenas prácticas en materia de género, el equipo de la GIZ colaboró con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y cuatro empresas para generar eventos experienciales en donde las escuelas vocacionales, las empresas y las estudiantes convivieran, desafiando el atavismo de que las carreras técnicas del sector industrial son exclusivamente para hombres: Girls’ Day México. La iniciativa tuvo tres enfoques: aumento de la atractividad de la Formación Dual y de las carreras técnico-industriales para las mujeres, sensibilización de género, y empoderamiento de las mujeres jóvenes e impacto en su orientación vocacional.

1. Aumento de la atractividad de la Formación Dual y de las carreras técnico-industriales para las mujeres
El principal objetivo del Girls’ Day fue despertar el interés de las jóvenes mexicanas estudiantes del nivel medio superior en las carreras técnico-industriales que demanda el sector productivo y que participan dentro del MMFD. Esto mediante la realización de actividades prácticas durante un día en las instalaciones de una empresa.

 
Después de una investigación previa y un cuidadoso proceso de selección se determinó que las empresas elegidas serían: Nestlé, ubicada en Jalisco; KIA Motors, localizada en Nuevo León; ALPLA, ubicada en el Estado de México; y SAFRAN Aeronáutica, ubicada en Querétaro. El número de participantes fue de 100 mujeres jóvenes pertenecientes al nivel medio básico y medio superior, ya sea enroladas en un bachillerato técnico perteneciente al MMFD o en el último año de una secundaria técnica y a tiempo de elegir la Formación Dual que ofrecen sus escuelas.


Con el fin de motivar a las mujeres jóvenes a participar en el evento, se realizó un video introductorio (anexado) y se les otorgó a las participantes un kit de bienvenida que incluyó un chaleco de protección, lentes, libreta de anotaciones y souvenirs. Durante los cuatro eventos, las jóvenes tuvieron una introducción teórica para posteriormente pasar a una práctica de lo aprendido en diferentes puestos de aprendizaje. Las participantes observaron y aplicaron los procesos de las empresas y se motivaron al darse cuenta de que ellas también podían realizar tareas que, tradicionalmente, se asocian a los hombres.

2. Sensibilización de género
El Girls’ Day México 2019 pretendió combatir los estereotipos de género en las carreras técnico industriales y, a un grado más amplio, que las jóvenes se percataran de que siempre se puede cuestionar lo que dice la sociedad sobre su rol de género. Específicamente en un contexto machista como el de México, resultan fundamentales este tipo de actividades que suman para llegar a constituir un país libre de discriminación por razones de género.


En un primer momento, se realizaron pláticas informativas y de sensibilización para los padres de familia y el personal de las escuelas. En estas charlas, los padres de familia externaron sus preocupaciones, sin embargo, cuando se les explicó de qué se trataba el evento y su relevancia no sólo en la carrera vocacional de sus hijas, sino también en la vida futura de las mismas, los padres quedaron tranquilos y firmaron su autorización para que sus hijas participaran en el Girls’ Day.
Ya una vez en el evento las jóvenes recibieron pláticas de sensibilización de género: una por parte del personal de la GIZ y otra basada en la experiencia, es decir, antiguas o actuales aprendices mujeres dieron su testimonio a fin de despertar en las participantes un arte de inquietud que desemboque en desafiar los típicos roles de género, no sólo en el trabajo, sino también en la vida diaria. Estas aprendices mujeres del MMFD o egresadas que ahora colaboran en las empresas participantes compartieron sus experiencias y cómo el aventurarse a desafiar los estereotipos de género les cambió la vida, pues ahora tienen un trabajo bien remunerado y gozan de autoconfianza para hacer lo que se proponen. Tal como lo mencionaron estas jóvenes, aunque no fue fácil en un principio, debido a que se enfrentaron a diferentes retos en el trabajo y en su casa, ser aprendiz en una empresa de corte industrial resultó muy gratificante y delineó para bien su futuro de vida.
De igual forma, los testimonios y la retroalimentación de las participantes coincidieron en un aspecto relevante: las mujeres pueden lograr destacar en las carreras técnico industriales, sin importar lo que diga la sociedad o los colaboradores hombres, siempre habrá una manera de realizar las actividades demandadas por el trabajo.

 
3. Empoderamiento de las mujeres jóvenes e impacto en su orientación vocacional
El Girls’ Day contribuyó a introducir el tema de género en un sector de la población relativamente vulnerable y tradicional, en donde el padre sigue siendo el único sostén económico de la familia mientras la mujer permanece en casa para cuidar a los hijos. Al promover que las asistentes vivieran una experiencia práctica en donde ellas mismas controlaran las máquinas y, de la mano de los instructores, dirigieran los procesos de producción, se buscó empoderar a estas mujeres jóvenes y generar en ellas un cambio de pensamiento con respecto a lo que observan en sus casas en el día a día.

De igual manera, el Girls’ Day tuvo un impacto relevante en materia de orientación vocacional. En los testimonios otorgados por las participantes hubo apreciaciones de diferentes tipos, pero principalmente las jóvenes destacaron que el evento les ayudó a definir su carrera y a conocer más a profundidad lo que estudian al verlo aplicado directamente en una empresa.

II. El género como característica del trabajo
El Girls’ Day fue algo novedoso en México pues es la primera vez que, en coordinación con la SEP, se realiza un evento de esta categoría. Esto constituye un precedente fundamental para la GIZ México y para el país en general, pues la contraparte SEP a través de los representantes de los diferentes subsistemas, se mostró ampliamente satisfecha y entusiasmada por los eventos. Ello tendrá un efecto sostenible al mediano plazo, pues una vez que el tema de la igualdad de género entró en la agenda del Ministerio de Educación mexicano se puede generar un “efecto cascada” en el que otros niveles de educación y en la organización en general de la Secretaría tomen en cuenta los esfuerzos realizados y se priorice el tema como un eje fundamental de acción para la educación en México.


Por su parte, para las empresas participantes, el Girls’ Day constituyó un hito, pues, aunque muchas de ellas tienen experiencias en otras partes del mundo, nunca habían realizado algo similar en México. En los eventos se habló del deseo de repetir el Girls’ Day durante los años venideros, lo cual puso en relieve la magnitud de su impacto.
Por el lado de la GIZ México, el proyecto fue favorablemente recibido e incluso se contó con la asistencia de la Directora Residente Marita Brömmelmeier, quien de primera mano presenció un Girls’ Day y quedó satisfecha por los resultados, de tal forma que actualmente se trabaja en un video con subtítulos en inglés que será subido a Intranet para que los proyectos de la GIZ en el mundo que lo deseen lo tomen como ejemplo para delinear nuevas iniciativas en pro de la igualdad de género en la formación profesional (se anexa versión preliminar en español sin subtítulos).
Con el video realizado no sólo se espera que haya un consumo interno por parte de la GIZ, sino también publicarlo en las diferentes plataformas digitales y promocionarlo en redes sociales y con las contrapartes – tanto el Ministerio de Educación como las empresas – para que pueda tener una cobertura importante a fin de llegar a más mujeres jóvenes interesadas en la igualdad de género y en la formación profesional. Asimismo, se busca que con ello más empresas estén interesadas en reclutar mujeres aprendices y en participar en futuros Girls’ Day.

III. Género y seguimiento basado en resultados
Los resultados del Girls’ Day y la retroalimentación por parte de las participantes se midieron mediante encuestas de satisfacción, en las cuales los resultados fueron mayoritariamente positivos. Las aportaciones de las participantes se remitieron a la contraparte y serán tomadas en cuenta para la organización de futuros Girls’ Day. Asimismo, se cuenta con un estudio de factibilidad y el video con la reseña final. Todo esto coadyuva a fortalecer o corregir las rutas de implementación.

IV. Cooperación
Tomando en cuenta que la igualdad de género requiere de un esfuerzo colectivo, el Programa Desarrollo del MMFD busca que el tema sea tomado en cuenta por la contraparte y los aliados estratégicos, tanto del sector público como del privado. Es por ello que la colaboración con las escuelas y las empresas es fundamental para lograr incidir positivamente en el empoderamiento de las mujeres y en la reducción de la discriminación.
Considerando los elementos estratégicos de la Gender Strategy de la GIZ, el Programa logró posicionar al Girls’ Day como un evento relevante que se presenta a sí mismo como la introducción para lograr un fin mayor en materia de género, pues no sólo se trata de que las participantes vivan la experiencia por un día, sino que lo repliquen a lo largo de su vida.
  
Para lograr una implementación eficiente se cooperó con diferentes instancias: la SEP y sus subsistemas educativos, la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León (CAINTRA), la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) a nivel nacional y con el Colegio Nacional de Educación Técnica y Profesional (CONALEP). Como resultado de estas colaboraciones, se logró detectar a las empresas y los planteles ideales para participar en el Girls’ Day.


Aunado a lo anterior, el principal reto se presentó a la hora de elegir a las empresas participantes. Se realizó una lista de posibles compañías que, con base en su línea de producción, tamaño y valores, serían una buena locación para el Girls’ Day. Se ponderó mediante ventajas y desventajas, así como por la disposición a ser sede del evento. Al final, de una lista de nueve empresas se eligieron cuatro.


Con las escuelas se sostuvieron reuniones y se determinaron los criterios de elegibilidad de las participantes. Aunque el personal educativo en ocasiones se mostró escéptico sobre la inversión de recursos en un grupo que no participa en demasía en el sector industrial, el equipo de la GIZ persuadió y convenció al personal de las escuelas mediante la sensibilización de género, recalcando la importancia de que fueran mujeres jóvenes las que participaran y explicando los objetivos del Girls’ Day.
A pesar de estas dificultades, cabe destacar el éxito de la iniciativa debido a diferentes elementos, tales como: el compromiso político de alto nivel de la GIZ y la SEP, el respaldo del director del Programa Torsten Klinke, las competencias en género del equipo, la efectividad del trabajo realizado por la consultoría contratada y, sobre todo, el compromiso de las empresas, las escuelas y las jóvenes participantes y sus familias, quienes con entusiasmo colaboraron y dieron lo mejor de sí para hacer del Girls’ Day un éxito.

Resumen de impactos
100 Mujeres jóvenes beneficiadas pertenecientes al nivel medio básico y medio superior, y sus familias.
6 Planteles educativos (escuelas técnicas) pertenecientes a diferentes subsistemas: CONALEP en Jalisco, Nuevo León y Querétaro; Centro de Bachillerato Tecnológico en Jalisco y Estado de México; Escuela Secundaria Técnica Industrial en el Estado de México.
4 Empresas: Nestlé, KIA Motors, ALPLA y SAFRAN.
4 Estados de la República Mexicana: Jalisco, Nuevo León, Estado de México y Querétaro

Conclusión
La igualdad de género es un derecho humano fundamental, un principio rector en todos los niveles de la GIZ y un factor relevante que incide en el desarrollo y en la sostenibilidad. Sobre todo cuando se habla del sector educativo, el tema de género debe priorizarse a fin de que las generaciones actuales y futuras sean más empáticas y logren construir una sociedad más igualitaria. Los esfuerzos invertidos en el Girls’ Day contribuyen a este fin. Romper paradigmas y atreverse a desafiar los estereotipos de género resultan fundamentales para eliminar la discriminación tanto en la escuela como en el trabajo, lo que también tiene un impacto en las familias mexicanas y en la sociedad. Progresivamente, las instituciones mexicanas lo comprenden, adoptan e implementan mejor, por lo que se trata de un concepto sustentable que cambia para bien las vidas de las jóvenes mexicanas.